Corredor de “La Ruta Azul”: biodiversidad y paisajes deslumbrantes

La denominada “Ruta Azul” recorre gran parte de la costa patagónica y conecta un gran número de ciudades desde Chubut hasta Santa Cruz y forma parte de la Ruta Nacional N° 3, una de las más extensas del país.

Este corredor turístico se caracteriza por ofrecer algunos de los paisajes más bellos del sur de Argentina. Junto al Océano Atlántico, algunas de las localidades que incluye el trayecto son Camarones, Bahía Bustamante, Comodoro Rivadavia, Rada Tilly, Caleta Oliva, Puerto Deseado, entre otras. El recorrido de este circuito finaliza en Cabo Vírgenes, en Santa Cruz. A lo largo de todo el trayecto por la Ruta Azul, se combina la monótona estepa patagónica con el bellísimo mar azul.

La Ruta Azul se caracteriza por su gran biodiversidad. A lo largo del recorrido, el cual atraviesa varias áreas protegidas a lo largo de 500 kilómetros, entre las provincias de Chubut y Santa Cruz. Elefantes marinos, cormoranes, y pingüinos, son algunos de los animales marinos que podemos encontrar en los Parques Nacionales Marítimos. La Ruta Azul está cobrando cada vez más popularidad entre los viajeros que eligen la Patagonia, lo cual lo ha convertido en uno de los circuitos turísticos más atractivos en el sur argentino. Al emprender esta travesía a través de la Ruta 3, pueden ser testigos de una belleza natural única. Una de las tantas actividades que se pueden realizar es el avistaje de pingüinos de Magallanes y Penacho Amarillo, así como también toninas overas y orcas.

El recorrido comienza en la localidad chubutense de Camarones, un pueblo pequeño que se caracteriza por ser la puerta de entrada al Parque Nacional Marino Costero Patagonia Austral, un área protegida que abarca unas 130 mil hectáreas. La reserva protege cerca de 40 especies de aves y diez mamíferos, entre patos vapor, pingüinos, ballenas, guanacos, lobos marinos, entre otros. Camarones se fundó en 1535 y es conocido por aquí encalló la nave Villarino en 1899, que en 1880 había traído los restos de José de San Martín desde Francia.

Camarones es una localidad con tradición pesquera y hoy en día sigue siendo un gran destino para los aficionados a la pesca. Su historia hace referencia justamente a la abundancia de camarones que anteriormente había en su bahía. A 30 kilómetros de esta localidad se encuentra el Cabo Dos Bahías,  un lugar ideal para apreciar la fauna autóctona de la zona. Al dirigirse  allí, observamos ejemplares de ñandúes, guanacos, zorros grises, así como también maras (la libre patagónica). Una vez que se llega a la costa se pueden observar una colonia de pingüinos de Magallanes. Aquí también se destacan ejemplares de cormoranes, gaviotas, teros, garza blanca, entre otras especies.

A medida que se avanza se llega a Comodoro Rivadavia, la “capital nacional del petróleo”. En las cercanías de la ciudad se encuentra la localidad de Rada Tilly, que posee amplias playas y fuertes vientos, un lugar perfecto para el carrovelismo. En sus extremos, los acantilados se introducen  en el mar formando una espectacular ensenada y estos extremos forman dos bellísimos miradores naturales, con Punta Piedras al norte y Punta Marqués al sur. Los miradores permiten contemplar un paisaje único de la Patagonia: la inmensidad del mar por un lado y la infinita meseta patagónica hacia el oeste.

Siguiente destino: Caleta Oliva, se encuentra a 78 kilómetros de Comodoro Rivadavia en Santa Cruz, y es la puerta de entrada al norte del corredor de la Ruta Azul.  Allí se puede visitar la Reserva Natural Provincial de Caleta Oliva como también el paseo costero de la ciudad. Caleta Oliva es la típica ciudad del sur argentino: calles amplias y mucho espacio libre. Se destaca también en la ciudad el Monumento Obrero Petrolero “Gorosito”.  Dentro del recorrido, podrán visitar la colonia de lobos marinos de un pelo, es una hermosa reserva natural al sur de la ciudad, aquí es donde la Ruta 3 pasa más cerca del mar y permite contemplar las hermosas vistas de la costa patagónica. La reserva concentra entre 300 y 600 ejemplares, sobre el Golfo San Jorge.

El siguiente destino es la ciudad de Puerto Deseado. Es una de las más importantes del sur de Argentina, tanto en términos económicos como históricos. Tiene la particularidad de albergar el único rio en Sudamérica cuyo cause abandonado fue ocupado por el mar. Es un lugar por el cual han pasado exploradores, científicos y piratas, siendo Charles Darwin el más famoso de todos ellos. Puerto Deseado tiene una preciosa vista marítima, lo cual hace  que sea muy agradable a los ojos. Además, es un destino ideal para los amantes de la naturaleza.

Si se continúa el recorrido se encontrán con San Julián. La historia de esta ciudad se remonta a los tiempos de Hernando de Magallanes, cuando en 1520 “descubrió” estas tierras lejanas. Al visitar el museo Nao Victoria, se puede aprender más sobre la travesía de Magallanes, la que cambiaría la historia de América por siempre. El mismo ofrece un espacio interactivo, que recrea una de las naves de Magallanes. Para los amantes de la historia, es un lugar que merece ser visitado.  Fue donde comenzó el poblamiento de Santa Cruz, con la llegada del Comandante Luis Piedra Buena en 1859.

Siguiendo el camino, se encuentra Puerto Santa Cruz, la ciudad más antigua de la Patagonia. Ubicada en el margen sur del amplio estuario del río Santa Cruz, a 17 kilómetros se encuentra el puerto de Punta Quilla, emplazado en la desembocadura del Océano Atlántico. Se destaca la arquitectura del siglo XIX y principios del siglo XX.  Este lugar fue la capital del territorio de Santa Cruz hasta 1904, cuando la Patagonia era aún territorio nacional. Es posible acceder a la localidad por la Ruta Nacional N° 3 y N° 288, ambas pavimentadas. Si de fauna se trata, es posible realizar avistaje de pingüinos magallánicos, cormoranes y lobos marinos. El mar y los acantilados regalan una postal soñada.

A 54 kilométros de Puerto Santa Cruz, se encuentra el Parque Nacional Monte León, otro de los grandes atractivos en este recorrido a través de la Ruta Azul. Es un paisaje de hermosas playas y cañadones. Se puede observar el “Cañadón de los Guanacos”. Al descender por el “Sendero Lobería”, hasta el mirador de la lobería, podrán er un apostadero de lobos marinos de un pelo. También vemos las tres especies de cormoranes que allí nidifican (gris, roquero e imperial.)

La última etapa del recorrido es en la ciudad de Río Gallegos.  La ciudad cuenta con una gran oferta hotelera y gastronómica y es un excelente destino para los amantes de la naturaleza, la fotografía y el avistaje de fauna. Río Gallegos está ubicada en un punto estratégico de la Patagonia, a la cual accedemos desde el norte por la Ruta Nacional N° 3, que a su vez continua hacia el sur articulándose a la provincia de Tierra del Fuego, única vía de acceso terrestre a esa provincia.

Otro de los destinos imperdibles en Río Gallegos es la Reserva Geológica provincial Laguna Azul, la cual está ubicada a 65 kilómetros por la Ruta Nacional N° 3. Recientemente se instaló un sistema de audioguías vehiculares para el turismo. La etapa final comprende el recorrido entre Río Gallegos y Cabo Vírgenes. La distancia es de 127 kilómetros por la mítica Ruta 40. La reserva natural Cabo Vírgenes se caracteriza por su gran diversidad de fauna, además se destaca por tener una de las mayores pingüineras del país, con unos 250 mil ejemplares que eligen este lugar para el cortejo, puesta de huevo e incubación. Cabo Vírgenes también es muy reconocido por su emblemático faro, uno de los más bellos del sur argentino. El faro tiene 26, 5 metros de altura y se construyó en 1904. En la actualidad el faro todavía funciona.

Luego de más de 500 kilómetros, la travesía por algunos de los paisajes más bellos de Argentina llega a su fin.  Este viaje da la oportunidad de conocer la increíble costa patagónica y su cautivante mar azul.

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Portal oficial de Turismo de Chubut y Portal Oficial de Turismo de Santa Cruz