LIBROS RECOMENDADOS #38

En busca de April.
BENJAMIN BLACK
Alfaguara, Montevideo, Uruguay, 2011
Benjamin Black es el seudónimo del extraordinario escritor irlandés John Banville. En busca de April se desarrolla en Dublin, Irlanda, durante la década del `50. La joven e independiente April Latimer, hija de una tradicional familia, desaparece sin dejar demasiados rastros. A su amiga Phoebe le extraña su ausencia. Ni siquiera ha habido una llamada por teléfono. Y decide recurrir a Quirke, su padre, médico forense, quien está internado voluntariamente en una institución –religiosa, como no podía ser de otra manera- para dejar de beber. Ella le trasmite sus dudas y sus miedos. Quirke no encuentra otra alternativa que la de involucrarse. Pero las preguntas, muchas veces, conducen a respuestas que nadie quiere escuchar. Más aún: preguntas que pocos se animan a responder. Para ciertas personas hay historias que deben permanecer en el olvido. El patólogo, curioso, cruza una línea que desde el poder es infranqueable: consulta extraoficialmente con su amigo, el inspector Hackett, veterano policía de profesión. Y ambos son extraordinarios porque son prácticamente imperceptibles. Están, pero la historia es superior a ellos. Aquí es donde Black (o Banville) es realmente notable. Hasta se pueden advertir los gestos de los personajes. También los silencios que genera April Latimer. April no está. Phoebe duda. Quirke interroga, se emborracha, busca, va más allá. En Dublin se ocultan enigmas y miserias. Black escribe. Muy bien. “El crepúsculo se había cerrado temprano”. Lindísimo.

Con el agua al cuello.
PETROS MARKARIS
Tusquets Editores, Buenos Aires, Argentina, 2011.
La nueva novela protagonizada por el comisario Kostas Jaritos sucede en la Atenas actual acosada por la crisis del Euro, la inflación y los recortes salariales. En ese contexto, comienzan a suceder acontecimientos extraordinarios. Más precisamente una serie de asesinatos a personas que tuvieron (o tienen) directa relación con los bancos y el mundo de las finanzas. El asesino no sólo elige muy bien a sus víctimas sino que además es atrozmente metódico y paciente: a todos los decapita con una espada afiladísima a la que busca toda la policía de Atenas. También, y no se trata de un detalle menor, deja una letra “D” en el lugar. En forma paralela, lugares neurálgicos de la capital amanecen empapelados con mensajes anónimos contra los bancos y contra el sistema financiero que instan a todos los ciudadanos griegos a no pagar sus deudas ni sus hipotecas. Jaritos es un extraordinario personaje que demuestra que conoce su trabajo a la perfección y es, al mismo tiempo, una especie de antihéroe absoluto alejado de los cánones y de los usos y costumbres habituales del policial contemporáneo: sus maneras son tradicionales y un tanto conservadoras, no se emborracha como una cuba todas las noches, no se escapa siempre con una rubia distinta, le encanta la comida casera de su esposa, llega temprano y puntual a su despacho cada mañana y mantiene a raya a los periodistas. Tiene, tal vez, el romanticismo de la secreta cotidianeidad. Es, todo el tiempo, políticamente incómodo para sus superiores. Y conoce Atenas a la perfección.

Música para camaleones.
TRUMAN CAPOTE
Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 2009.

Ya no es necesario presentar al escritor estadounidense Truman Capote (1924-1984), célebre con enterísima justicia por haber elaborado, pensado, imaginado y concretado una obra extraordinaria como A sangre fría (1966), texto fundacional del Nuevo Periodismo. Música para camaleones (1975) es un texto de culto, además de clásico. También un libro colosal y simple precisamente porque su estructura es heterogénea y anárquica y no se ocupa de un único tema: es una miscelánea perfecta. No existen temas menores si quien escribe es un tipo como Capote. Ficción y realidad se confunden en pequeños artículos de antología. Imperdible el relato Féretros tallados a mano, en el que investiga la saga de un asesino serial hasta, incluso, jugar al ajedrez con el principal sospechoso. También la increíble recorrida que hace con su empleada doméstica por distintas casas de New York. O la conversación que mantiene con su amiga Marylin Monroe a partir del encuentro de ambos en un velatorio. Música para camaleones es un texto que honra el placer de leer a partir del talento que supone tener la sabiduría de transformar todo en una buena historia. Tal vez el periodismo y la literatura no sean otra cosa que la resultante de esa perfecta combinación. Música para camaleones, de Truman Capote, un pequeño y extraordinario libro de relectura obligatoria por decreto de necesidad y urgencia, tan pero tan en boga.

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