Cuando Vértice 7 abrió sus puertas, en abril de 2008, no sólo se transformó en el gimnasio más grande y más moderno de Bariloche sino que, al mismo tiempo, comenzó a resolver una serie de necesidades, específicas y deportivas, que estaban planteadas desde siempre entre signos de pregunta. Su superficie de unos 1800 metros cuadrados incluye una sala de musculación equipada con aparatos de última generación (cintas, bicicletas fijas y caminadores elípticos incluidos) una sala de spinning -o indoor cycling- con más de veinte bicis, un amplio salón para clases de baile, pilates, yoga o power jump y una cancha cubierta, de piso flotante, en la que se puede practicar fútbol, volley, básquet o handball.
Agustín Matayoshi, director general de Vértice 7, explica que la idea fue (y es) proponer soluciones y respuestas que generen un cambio de comportamiento y de hábitos en la gente. A partir de esa premisa se ofrecen distintas opciones de entrenamiento, de esparcimiento o de rehabilitación para vincular definitivamente al deporte con la salud: “La idea es que la gente venga y logre distenderse y pasarla bien, ya que disfrutar del gimnasio supone acceder a una sumatoria de beneficios. Al mismo tiempo tenemos programas que evidencian las bondades del entrenamiento y propuestas que se enfocan en la rehabilitación o la recuperación cardiovascular. Tratamos de fomentar el concepto de que practicar deporte es bueno y hace bien, más allá de cualquier circunstancia”, explica Matayoshi, quien es profesor de Educación Física y vive en Bariloche desde 2001. La idea, añade, es “continuar creciendo”, planteo que incluye la posibilidad de llevar algunos de los conceptos del gimnasio hacia la zona de los kilómetros.
Los profesores aconsejan y sugieren de acuerdo a las pretensiones y objetivos de los habituales asistentes, que son muchos y distintos en edades, deseos y requerimientos. Para cada uno de ellos hay una mirada particular. El sistema de Vértice, que permite usar las instalaciones todas las veces que se quiera, supone no tener que pagar por las actividades “extra” que se proponen a lo largo del día: así, quien quiera participar de una clase de gimnasia localizada, indoor cycling, yoga, power jump, ritmos latinos, pilates, freedance, body combat, body balance, tae-bo, flexibilidad, el taller de abdominales o el de entrenamiento funcional, no tiene más que mirar el horario de cada una de las actividades y acercarse al salón (sólo hay que anotarse un rato antes en Recepción para las clases de indoor, particularmente) La idea no está mal. En absoluto. Los enigmas cotidianos que plantea el universo suponen buscar “y descubrir, en lo posible- razones y motivos que permitan ser un poco más felices cada día. Entre sonrisas transpiradas y deliberadamente cómplices, esta es una de las buenas maneras de intentarlo. La excusa es inobjetable, además.
Plataforma Vibratoria
“Supone un nuevo concepto en materia de ejercicio y entrenamiento físico. La plataforma transmite, a través de un sistema de computación, vibraciones que provocan una rápida contracción y distensión de los músculos a una velocidad muy superior a la del entrenamiento tradicional. Entre otros muchos beneficios mejora el tono muscular, optimiza la fuerza corporal o incrementa la elasticidad. Fue creada por los rusos para que los astronautas pudieran ejercitarse y mantener el tono muscular: la idea era que pudiesen pasar más de cien días en el espacio. Y lo lograron. Cualquiera puede utilizarla, desde los aficionados hasta los deportistas de alto rendimiento porque se realizan distintos programas de entrenamiento de acuerdo a los requerimientos de cada persona”, explica Matayoshi. –
Vértice 7
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