Un espacio para hacer actividad física de forma diferente :: TERRA GYM

POR MOIRA TAYLOR 
FOTOS
STEFANIE WOLFF

Al entrar lo primero que asombra es el espacio, pensado con la última tecnología y un concepto bien moderno de la actividad física. La cadena de gimnasios Terra Gym es un emprendimiento que desde su creación impuso innovación y desarrollo al mercado del fitness en la capital neuquina. Bajo la tutela de Fernando “Mono” Soria y Pablo Fierro, el gimnasio también está en San Martín de los Andes. Terra Gym siempre se mide con los mejores del mundo y se adapta a las necesidades de cada lugar.

La charla se da entre café y una mañana distendida en el complejo Austria de San Martín de los Andes, espacio que en el tercer piso alberga al nuevo Gym Terra. Fernando Soria, el “Mono”, como todos lo conocen, nos regala un poco de su tiempo, que se reparte entre Neuquén con sus tres gimnasios, la nueva propuesta en San Martín y su familia. Su historia y la de sus gimnasios se mezclan y entrecruzan. La personalidad de sus dueños le imprime características particulares a sus emprendimientos. Hace más de 10 años que él y Fierro abrieron el primero. Y queda la sensación que era un proyecto inevitable en la vida de estos aventureros.

AÑOS, HISTORIA, VISIÓN.
Palabras de Fernando Soria:“Desde los 9 a los 18 años hice gimnasia deportiva, hasta que me fui a estudiar. A los 18 arranqué con el “tría”, pruebas combinadas y “tetras”, entre otras. A los 20, cuando en el tetra me pegué un palo muy fuerte, tuve que dejar de correr durante cinco años. Primero me dediqué de lleno a la rehabilitación, que me permitió conocer otras actividades como el yoga, nadar, pilates y cuando en el 2001 pude retomar, muchas cosas en mi habían cambiado. Fue un golpe fuerte pero también algo muy bueno para mi vida. Estaba en el mejor momento de mi carrera físicamente hablando, pero realmente esos cinco años posteriores al accidente fueron los mejores de mi vida. Me dediqué a viajar, a descubrir, a ver el mundo. Trabajaba cinco meses y me iba de mochilero otro tanto tiempo. Cuando se me terminaba la guita, volvía (en ese entonces aún no tenía el gimnasio, trabajaba con mis alumnos personalizados y con distintos gimnasios de Neuquén). Así fue que pude hacer muchas cosas que me enseñaron un montón: viví con indígenas en América Central, navegué el Amazonas. Siempre solo. Te obliga a sociabilizar y armás tu itinerario a tu manera. No te importa nada, no tenés prejuicios, nadie te conoce. Esos años, entre 1995 y el  2000 fueron de descubrir y descubrirme”. Fernando trabajaba junto a su padre los meses que estaba en Neuquén. Pero siempre “fana” del deporte, surgía la posibilidad de trabajar en un gimnasio, un trabajo que lo súper enganchaba y le permitía dar los primeros pasos en el mundo del fitness. Para ese entonces un amigo (su futuro socio) estaba estudiando en Buenos Aires el Profesorado de Educación Física. Al terminar, decidió volver a los pagos.  Después de esos años de periplo viajero comenzó a concretarse la idea de un gimnasio propio. Pablo, socio de Fernando, volvió y empezaron a idear lo que luego sería Terra Gym. Hace ya once años.

LOS PRIMEROS PASOS
El comienzo fue rápido. Pronto tuvieron una matrícula importante de alumnos, siempre buscando hacer algo diferente, moderno y con tecnología acompañado de un excelente grupo humano, formados para asistir al alumno y brindar un servicio diferencial. “Nos gustaba, nos gusta, nos va bien, la gente nos sigue y creo que eso se debe, principalmente, a que amamos lo que hacemos, dice Fernando, apasionado y con orgullo. “Hicimos el gimnasio bajo un concepto totalmente distinto de lo que había instalado en la época. Colores fuertes, música, mucho sonido, máquinas que no existían. Pusimos muchas actividades y clases: queríamos que fuese completo y diferente, hacer la diferencia en la calidad, las instalaciones, la profesionalidad y la atención. Toda esa combinación fue un éxito, sumado a un momento, un contexto de país que para muchos no era favorable y para nosotros fue una oportunidad de éxito que marcó una gran diferencia. Corría el 2001, nadie podía sacar plata, nadie se iba de vacaciones, por ende todo el mundo terminaba en el gimnasio. El gimnasio explotaba. Para nosotros eso fue el antes y el después”. El primer gimnasio se inauguró el 26 de noviembre del 2001. En ese momento era un gym mucho más pequeño que en la actualidad. Tenían 2 cintas, 4 bicis, un elíptico y las máquinas de musculación. “Y eso para Neuquén ya era un montón. Imaginate que hoy en los gimnasios contamos con 30 cintas”, dice el Mono marcando la diferencia. Según nos cuenta abrieron el primero de sus gimnasios en una bisagra, en un cambio de fundamento y práctica del fitness en general y puntualmente en Neuquén. Hoy, salvo Buenos Aires, Neuquen es una isla por el equipamiento que tiene. Muchos lugares en Argentina se han quedado en el tiempo, con máquinas muy viejas. Ha progresado el negocio del fitness y todo lo que rodea a la actividad física. “Hicimos nuestro negocio en base al sentido común y a investigar viajando, mirando, viendo de qué manera se trabajaba en otros lugares. Cuando viajaba a competir a cualquier lugar del mundo me anotaba instantáneamente en algún gimnasio y miraba. Lo sigo haciendo. Estuve hace poco en Nueva York y pasé por tres gimnasios. Donde voy, estoy pensando y buscando ideas”.

EL MUNDO Y ELLOS
“Entre los gimnasios que he conocido alrededor del mundo noto mucho la diferencia en el tamaño. No en las máquinas. Nosotros tenemos las mismas que en los gimnasios más top. Te metés en el Real Madrid y tienen las mismas máquinas que nosotros. Tecnogym es el sponsor de las olimpíadas, están en la villa olímpica así como están en nuestros gimnasios. Tecnogym es italiano. Hay tres marcas líderes en el mercado y nosotros trabajamos con las tres. Pero el tamaño hace la diferencia. Son monstruosos: tienen treinta veces más máquinas que nosotros, las instalaciones son inmensas y tienen un promedio de 30.000 socios. Son otros números, otro marco”, explica el Mono.

UNA CADENA DE GIMNASIOS TERRA GYM
Desde el momento que abrieron mantuvieron un promedio de 600 alumnos. Ahora que cuentan con tres gimnasios en Neuquén capital y uno en San Martin de los Andes, esos números van cambiando ya que los cuatro apuntan a un circuito diferente. El más joven de los tres tiene unos 200 alumnos porque es un gimnasio mucho más chico, más de barrio, que se hizo a propósito como una segunda marca. Está más retirado del centro, camino al aeropuerto. El de Casa Club, que cumple tres años en noviembre, es el más grande, cuenta con pileta y una dinámica más de club. Hay más de 600 socios y tiene una pileta semi olímpica, con cubierta de acrílico, que en verano se descubre y en invierno se utiliza cerrada. Este espacio se inauguró el 7 de octubre de 2009La idea del gimnasio de San Martín, el último de esta seguidilla de logros, aparece porque a Fernando le gusta mucho viajar a la ciudad. “Voy muy seguido y siempre vi la carencia que tenía el lugar en lo que respecta a gimnasios. Muchas personas hacen actividad física, se entrenan y elijen el lugar para disfrutar del deporte y la naturaleza como un modo de vida. Hacía falta un buen gimnasio para complementar esa elección”. El gym cuenta con una matrícula de 200 alumnos y no busca crecer mucho más. La idea es mantener ese número de socios y poder brindar un servicio personalizado a cada uno de ellos. “Una vez que terminamos de pagar el gym de Neuquén empezamos a ahorrar y debíamos invertir. Ahí surgió la idea de armar una cadena, de ir abriendo otros. Y a mí se me ocurrió que San Martín era un destino ideal. Justo vine para el “tetra” y el Gurí me contó que los chicos de Austria habían remodelado toda la esquina y que tenían un espacio arriba donde querían hacer un gimnasio Y aquí estamos”. La idea es manejar un esquema de cadena en la que si la persona es de San Martín y viaja a Neuquén por un par de días y quiere continuar con la rutina, pueda hacerlo sin problemas, conociendo las máquinas, el lugar, sintiéndote como en casa. Replicar lo mismo en distintos lugares.
La infraestructura una base en el proyectoEl piso, las máquinas, las salas de spinning (en anfiteatro y con luces de abajo), todos los detalles se multiplican en cada uno de los gimnasios. La diferencia está en la cantidad. San Martín por el momento cuenta con 10 bicis; en cambio en Neuquén hay 30. Nada se paga extra, podés hacer clase de bici, podés usas los aparatos, el lugar es del socio y está para que lo disfrute, lo use. Hay beneficios para socios, tanto en la utilización de la pileta en Terra Casa Club o en pagos anuales a través de bancos y otros sistemas de pago. “El objetivo es siempre estar actualizándonos, reinvirtiendo en maquinaria y en calidad de servicio. Aprendemos y buscamos lo mejor del mundo para aplicarlo en nuestros gimnasios para que nuestros alumnos sientan día a día las mejoras y la diferencia de ser parte de Terra Gym”, explica Fernando. ■

Terra GYM
Avenida Olascoaga 1471, Ciudad de Neuquén
Av. San Martín 600, San Martín de los Andes
FACEBOOK: Gimnasio-Terra-Neuquen
www.gimnasioterra.com.ar

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