A la vanguardia del Confort :: AMONITE APART SPA

POR MOIRA TAYLOR :: FOTOS ERIC SHCROEDER

A imagen y semejanza de importantes edificios de Europa, Amonite continúa honrando su pasado. Su imagen de presentación es una vieja residencia, parte del patrimonio arquitectónico de San Martín de los Andes, ubicada en una de las esquinas emblemáticas de la ciudad. Arquitectura contemporánea donde la historia y el presente encuentran su equilibrio.

Un apart & spa respetuoso con el entorno mediante el manejo de la escala y los materiales y con el patrimonio histórico como puerta de entrada. Esta premisa marcó el pulso de Daniel Mateu y Pepe Lema, quienes imaginaron este emprendimiento hotelero de primer nivel.Tomar una esquina emblemática del pueblo fue todo un desafío, pero justamente el reto de hacer algo diferente desde una nueva filosofía incentivó al equipo de trabajo aún más. “Al comprar la propiedad comenzamos con las idas y vueltas de proyectos, en su mayoría todos tomaban la esquina, lo que deformaba mucho la visual, por eso optamos por el proyecto del estudio del arquitecto Fernando Beretta y del ingeniero Pablo Martínez Viademonte. En esta opción el edificio se levanta por detrás de la casa, lo que genera un impacto mucho más leve a la fachada y por tanto a la esquina”, relata Daniel Mateu desde el acogedor living de ingreso, parte de la vieja casa remodelada. El edificio se presenta entonces como un paseo, una sorpresa que se descubre más desde adentro que en su fachada. El respeto por la vieja arquitectura hace que el encuentro con el diseño, la calidad y lo moderno, tenga armonía y nos lleve del ayer al hoy en un acompasado movimiento.El lugar naturalmente invita a entrar. Su fachada, baja y amigable, seduce. Y al abrir la puerta el hall de ingreso, donde con madera reciclada aparece el mostrador (construida con antiguas persianas de raulí de la emblemática casa), nos recibe con una sonrisa y un concepto muy claro de restauración. Luego se abre, a la izquierda, un acogedor living en el cual disfrutar de una charla entre amigos. Y en ese mismo casco de la antigua casa, para el regreso, la posibilidad de descubrir un vino especial en la cava o un cafecito caliente en el bar. Un ingreso que comienza a tentar al amante del buen vivir. Luego, todo para disfrutar.Amonite está repleto de sorpresas y de mimos para el viajero. Un lugar que desde su construcción hasta su atención persigue el objetivo de la excelencia, con 21 unidades equipadas con alta tecnología, detalles de diseño, ambientes amplios para que todos elijan la mejor de las opciones en su estadía. Las habitaciones con baño privado dentro de cada departamento le brindan versatilidad para que el pasajero encuentre “su lugar”. El desayuno es parte de la mística de cada habitación y permite disfrutar del mejor estilo patagónico. Dulces regionales, pan casero, medialunas y sus aromas tan de “acá” despiertan el día de un lugar que va por más.Las diez personas que trabajan le dan el espíritu y el verdadero “diferenciador”. “Creemos que el lugar puede ser perfecto y puede tener la última tecnología, pero si no te atienden bien, todo lo demás pasa a un segundo o tercer plano. La atención y el vínculo de los pasajeros con quienes hacen Amonite es la esencia del lugar. La atención tiene que ser excelente”, dicen Mateu y Lema. “La idea es que los huéspedes se sientan como en su casa. Para ello la estética debe estar presente en cada ambiente, en cada detalle y para lograr este objetivo, el mobiliario debe ser conceptuado para su uso, el sommier confortable, y los espacios comunes ser lugares de relax para tener una estadía de placer”, agregan.
60 MILLONES DE AÑOSEN UN NOMBREEl nombre surgió de un intercambio de ideas, de una búsqueda colectiva que se dio en paralelo a la construcción. “No queríamos caer en lo típico de una planta, fruto o un lugar. Queríamos algo distinto, pero que fuera representativo de la zona”, explican los desarrolladores. Así fue como llegó el nombre “Amonite” casi por casualidad y cerró por todos lados. Era la historia, el paso del tiempo y su permanencia, la insistencia del ayer que le da un sentido al ahora. “El Amonite es un fósil marino, más específicamente un molusco cefalópodo del periodo cretácico, que vivió en estos lugares hace aproximadamente 60 millones de años después de los dinosaurios”, cuentan, evidenciando que el objetivo no es sólo desarrollar sino hacerlo con sentido y contenido. Había una imagen, un algo que representaba al lugar. Así fue como se uso el amonite como un aglutinador del concepto que sostenía todo el concepto. Hoy en cada habitación hay un amonite en la piedra de las paredes y la forma de los lavatorios en los baños se hizo con la reminiscencia a su imagen. En su nombre, el apart encontró su identidad.LOS PROFESIONALES Y LA MIRADA ESTÉTICA
Moderno en sus formas, clásico en su esencia.Los responsables transmiten seguridad y conocimiento a la hora de hablar del destino, del turismo y de su desarrollo. “Al comenzar sabíamos lo que queríamos y a qué público apuntábamos, eso nos hizo el camino mucho más fácil, nos marcó un norte”, afirman. Para poder concretar y plasmar estas ideas optaron por el estudio de Beretta y Martínez Viademonte, quienes interpretaron a la perfección el producto que se iba a desarrollar. Así elaboraron un proyecto arquitectónico vanguardista de criterio simple y gran aprovechamiento de los recursos.Junto a los desarrolladores y al estudio de arquitectura se incorporaron otros profesionales y maestros de oficios, brindando alternativas de decoración, de utilización de la madera, de energías alternativas, de iluminación y criterios estéticos tan necesarios a la hora de pensar un lugar. Al tiempo que se pensaba en arquitectura se reciclaba la madera y se fabricaban los muebles con el objetivo de reutilizar al máximo todo lo preexistente de la casa. Fueron muchas manos que se involucraron en la construcción de Amonite. “La elección de especialistas y trabajadores del lugar hizo de la construcción un trabajo mucho más comprometido y colectivo”, cuentan.El diseño del parque fue una obra creativa. Sus hacedores ensayaban sus ideas, las compartían, tomaban algún dato de aquí y otro de allá. Y así, poco a poco, fueron armonizando el afuera con el adentro y viceversa. Periplos como el traslado de árboles ya plantados por quienes construyeron la casa, allá lejos y hace tiempo, se incorporaron a las tareas diarias y todo fue cobrando un sentido propio.

UN CONCEPTO ECOLÓGICO:UNA MANERA RESPONSABLE DE DESARROLLAR

El proyecto, desde su origen, siempre estuvo vinculado a la ecología, la preservación y el cuidado del medio ambiente. Los módulos están diseñados en referencia a las araucarias, al cerco vivo y a la orientación del sol para poder ubicar los paneles solares. La única madera nativa que se usó proviene de la vieja casa. Recurriendo a las persianas, los pisos y algunos otros detalles de la antigua construcción, se reutilizaron y se resinificaron como recurso práctico y estético. Las paredes se construyeron con un material llamado “retac”, que una aislación acústica y térmica muy superior a los sistemas tradicionales. Las aberturas son de PVC con múltiple cierre con doble vidrio. La calefacción implica una innovación hotelera para la ciudad y la Argentina: se distribuye a partir de radiadores abastecidos en un sesenta por ciento por doce paneles solares colocados en el techo, en un diseño que se funde con la arquitectura sin generar impacto alguno.No sólo se busco preservar la construcción preexistente sino también el paisaje. Así es como muchos de los espacios están supeditados a la presencia previa de araucarias. Estas coníferas han sido testigos del tiempo, de la vida y sus transformaciones. Estos imponentes “ancianos” le imprimen una apariencia diferente a la construcción y a su jardín. Su grandilocuencia hace pasar desapercibido cualquier dote de altura y le regala al pasajero o al simple transeúnte una armonía que sólo brindan los años.De todos estos conceptos nace la idea de construir el Apart Hotel Amonite, enfocado en la vanguardia del diseño, la conjugación de la arquitectura vieja con la nueva, el cuidado del medio ambiente y la utilización de sistemas de aprovechamiento energético. ■

Spa y mimos al alma

Un espacio pensado para el disfrute. Un sector exterior de jardín, con alguna reminiscencia japonesa en sus recortes, sus líneas rectas y su pulcra prolijidad, al tiempo que la mirada y los sentidos descubren la vegetación autóctona y un espacio diseñado para relajar. La pileta es climatizada “in-out” especial para agasajar todos después de un largo día de actividades patagónicas. El espacio reservado para el spa es muy completo, con salas de masajes, sauna y duchas: brinda las comodidades necesarias para las exigencias de un cuerpo cansado. Además, en la parte común y para terminar el día entre amigos, existen dos quinchos completos para hacer reuniones y asegurarse que la cabaña y sus cuartos estarán impecables a la espera del regreso familiar.

AMONITE
Brown 385 esq. Rodhe
San Martín de los Andes
Neuquén – Patagonia Argentina
Teléfono: 54 2972 427453 / 413644
info@aparteamonite.com.ar
www.apartamonite.com

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